El terrible dilema del título

 

A la hora de pensar en el título de tu novela, te puedes enfrentar a dos circunstancias completamente diferentes.

Una mañana te despiertas con un nivel de inspiración desbordante y, mientras te duchas o cuando conduces hacia el trabajo, tienes una especie de revelación: te ves a ti misma firmando libros a diestro y siniestro. Un libro que está arrasando en librerías y del que hoy, solo tienes el título. Si, lo sé, queda mucho por hacer, pero algo es algo y el principio ya lo tienes. ¡El título!

La opción dos es que llevas años trabajando en tu novela. La has revisado, analizado y, por fin has decidido que ha llegado el momento de poner punto final. Eso sí, te falta; ¡El título! Sientes que el trabajo de tanto tiempo pende de un hilo. Te destroza pensar que ese título que no llega será la clave de un éxito merecido, pero tienes claro que se te ha secado la sesera y no hay ninguna idea que te parezca lo suficientemente interesante. Empiezas a consultar a tus amigos y la cosa empeora con cada aportación.

¡¡¡¡¡¡¡Socorrooooooo!!!!!! El síndrome del título se ha apoderado de ti y necesitas salir de él lo antes posible.

No os preocupéis. Os puedo asegurar que, el síndrome del título es mucho más frecuente de lo que parece. Es cierto que muchos escritores tienen una especial habilidad a la hora de pensar en un título y, sin embargo, hay otros que son auténticos negados para encontrar esa guinda que dé el toque final al pastel.

Os dejamos algunos consejos para superar con éxito este síndrome que ataca a muchos escritores:

Es muy importante tener en cuenta el público objetivo al que nos dirigimos, así como las tendencias del momento y el lenguaje empleado. No se trata de copiar tendencias, pero sí de tener claro que existen y, a partir de ahí, valorar si quieres seguir la moda del momento o plantarles cara con un título personal y diferente.

Piensa que el título no ha de ser un resumen del libro. Para nada. Un título ha de ser evocador, inspirador, pero no ha de responder a pies juntillas al contenido del texto.

El título ha de generar en el lector una llamada a la acción. Lo ideal es que la imagen de cubierta y el título sean un todo, un binomio perfecto que haga que el lector potencial se pare, coja el libro de la estantería y decida echarle un vistazo.

Cuenta con el consejo de tu editorial. Seguro que tienen mucha experiencia en ello y te pueden ofrecer una relación de títulos para tu valoración.

Y, sobre todo, piensa que el título es importante para tu libro. Claro que sí, pero no es lo único que te ayudará a dar una estupenda imagen de su contenido. Para ello, también contarás con la imagen de cubierta y con la sinopsis. La perfecta conjunción de estos elementos, construirán un cosmos que permitirá que tu libro salga al mundo con todas las garantías.

Ánimo y sigue escribiendo. Nos vemos en la siguiente entrada.

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