El trágico mundo de las devoluciones de libros

Una de las características intrínsecas al mundo editorial es que los libros se entregan en depósito a los libreros y estos tienen la opción de devolverlos a la distribuidora sin ningún tipo de problema.

De esta forma, cuando llega el mes de diciembre, todas las editoriales recibimos un correo de nuestra distribuidora con una extensa lista de títulos y de ejemplares que nos van a devolver. Esta devolución puede ser por el hecho de que no se han vendido, o bien porque han sufrido algún tipo de desperfecto.

La ley del libro ya establece que los libros tienen un precio fijo, por lo que no se pueden hacer rebajas de libros. Solo en momentos muy puntuales como las ferias del libro o el día del libro, se permite un descuento de un 10%, pero no más. Y, como digo, en momentos muy puntuales.

Si mi negocio es una zapatería, los zapatos los he adquirido, por lo que seré la primera interesada en su venta. Pero en el caso de los libros, los libreros recibirán las novedades y, sin ningún problema, los van a poder devolver. Es una característica específica del mundo editorial y de la que se habla poco.

Para que las devoluciones no supongan una importante pérdida a la editorial, estas suelen ir ajustando las tiradas en función del ritmo de venta. No obstante, es inevitable que finalmente nos lleguen algunas cajas de libros que la distribuidora ha dado por amortizados.

Todos los modelos de negocio tienen sus propias particularidades y, no tenemos más que adaptarnos a ellas para que las pérdidas que generan las devoluciones no arrastren a la editorial.

 

Si te ha interesado este tema, te invito a que eches un vistazo al último capítulo de nuestro podcast, ya disponible en nuestro canal de YouTube. Como siempre, también puedes escucharlo directamente desde Ivoox.

Un abrazo mentes creativas. ¡Nos leemos la semana que viene!

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