No permitas que tus lectores abandonen la lectura de tu libro
Hay un concepto clave que debe conocer cualquier escritor que se precie.
Estamos hablando del llamado pacto de ficción.
Cuando un lector abre un libro por primera vez, firma un pacto tácito con el escritor. Es un acuerdo a partir del cual el lector acepta que todas y cada una de las cosas que el autor escribe son verdad y, sin ningún problema se dejará llevar por la narración.
Un ejemplo de pacto de ficción perfectamente articulado puede ser Cien años de soledad. En esta obra García Márquez armoniza con destreza y maestría la cruda realidad de las gentes de Macondo; “El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”, con la mejor de las fantasías.
Para que el pacto de ficción funcione es muy importante que todos y cada uno de los hilos narrativos, cada uno de los personajes y de sus movimientos en la narración estén perfectamente ensamblados.
Algunos de los personajes de Cien años de Soledad son pura magia y, sin embargo, para el lector todo es natural, evidente. Nada es cuestionable.
Cuando todas las piezas del puzle encajan, el lector nunca abandonará este pacto, y el mundo que pones ante él será tan creíble y real como la historia de las siete generaciones de la familia Buendía.