¿Qué hacen los personajes de una novela cuando no están en la escena?

 

Es una pregunta a la que he estado dando vueltas durante las últimas semanas.

Los personajes de una obra entran y salen de escena. Viajan, desaparecen durante años y vuelven a la narración, pero ¿Qué han hecho durante ese tiempo? ¿Es importante plantearse cómo ha crecido un amigo del protagonista que vuelve a su vida después de años de separación? ¿Cómo vuelve ese padre ausente que abandonó a su hija y que ahora, a punto de morir busca la redención?

El novelista afronta en el desarrollo de la trama narrativa un trabajo complejo. Ha de decidir qué es importante para la obra, qué es imprescindible para que el lector perciba sin distracciones la historia que se nos cuenta. Es un trabajo en el que se busca la esencia de cada escena, de cada personaje, de cada decisión.

Los silencios en una novela, lo que no se explica, existe. Es parte de la realidad, pero el escritor tiene la obligación de descartar material superfluo. Un trabajo durísimo y complejo porque para el escritor está todo en su cabeza. Las escenas se van sucediendo como en una película, pero hay que descartar escenas, hay que eliminar personajes y esto es complejo y difícil.

Se escriben las conversaciones relevantes, las acciones que tienen una incidencia en lo que está ocurriendo, pero los personajes, cuando no están en escena han de seguir su vida. Han de seguir con tu trabajo, comiendo, durmiendo. En definitiva, han de seguir en la trama para que, cuando vuelvan a aparecer, vuelvan plenos, vuelvan inmersos en la historia que el novelista nos está contando. De esta forma el escritor conseguirá que evolucionen de forma natural y paralela a la trama, mostrando su progresión sin brusquedades, sin rupturas. Este “seguir haciendo” fuera de escena permitirá que, con pequeños matices, con algún dato que otro, su vuelta a la narración sea natural. Si no es así, el lector notará que el personaje es una marioneta que responde a las necesidades del escritor y no a las necesidades de la obra y esto, es uno de los elementos que harán que el lector abandone su lectura.

 

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